“Alertan sobre impactos ambientales de construcciones en zona de reserva de La Primavera”
30 de Octubre de 2015.
Laura Rodríguez.
Mientras no haya un análisis integral del manejo hidrológico y de los recursos naturales de las zonas de la Cuenca del Ahogado que colindan con el Bosque La Primavera, las autoridades no deben permitir la construcción de más fraccionamientos, consideraron expertos del ITESO.
Óscar Castro Mercado, jefe del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDH) de la Universidad Jesuita de Guadalajara, afirmó que es la autoridad municipal la responsable de vigilar y proteger la forma en que se presenta el desarrollo urbano de su territorio.
“Según el artículo 115 constitucional, es la autoridad del municipio la responsable de lo que sucede sobre su territorio en términos de edificación o desarrollo urbano. Si ellos son la autoridad, son los responsables de permitir que eso se construya o no, independientemente de que el proyecto cumpla con ordenamientos de nivel estatal, o hasta nacional. La realidad es que la autoridad constitucionalmente designada para verificar que lo que se hace en materia de desarrollo urbano no cause perjuicios, es la autoridad municipal. Entonces es completamente de su atribución y es su obligación. Sobre todo, si las autoridades están siendo conscientes de que se pueden cumplir con los requisitos que son mínimos, pero aunque se cumplan se causa un perjuicio”, dijo.
En el caso de Tlajomulco, la cuenca que empieza a las faldas de La Primavera y termina en El Salto-Juanacatlán está formada por altas pendientes y partes rocosas y poco permeables. Fraccionar en esta zona ocasiona que el agua no pueda ser absorbida y caiga en gran cantidad y a gran velocidad.
“Cuando esa zona estaba poco desarrollada, en las áreas que están en la parte intermedia de la cuenca, a partir de donde está la prolongación de López Mateos, hasta la prolongación 8 de Julio, que es una zona muy plana, no notábamos tanto las inundaciones, pero, conforme se ha desarrollado y, sobre todo, se han puesto más fraccionamientos en la zona alta, lo que esto ha generado es que el agua se pueda infiltrar menos. Lo que han estado haciendo los fraccionamientos también es modificar los cauces, o desviar los cauces naturales originarios, y lo que está sucediendo es que las partes más bajas de la cuenca, inclusive empezando a nivel de la prolongación de López Mateos, presentan cada vez más fuertes conflictos en temporadas de lluvia, porque esa agua no encuentra dónde infiltrarse y corre muy rápido hacia abajo”, agregó Castro Mercado…
“Pretendemos vivir junto al bosque, pero como habitantes somos muy poco conscientes de lo que esto implica. De alguna forma estamos evitando que ciertos servicios ambientales puedan ser parte de la ciudad. Por ejemplo, hay fraccionamientos que se ponen junto al bosque, arrasan con vegetación nativa, y empiezan a plantar palmeras o plantas que nada tienen que ver con la vegetación en donde están. Existe la posibilidad (de construir), pero es importante caminar hacia la identificación cuáles zonas son propicias para un desarrollo y de qué forma. El modelo de especulación inmobiliaria es de un crecimiento sin control, desordenado, busca siempre los terrenos más atractivos para la gente, que son los arbolados y con un paisaje idílico, pero no creo que sea lo mejor para todos”
Pedro Alcocer, coordinador en PAP Anillo Primavera
para leer el artículo completo consultar: http://www.iteso.mx/web/general/detalle?group_id=3136222